¿Cómo te llamas, cómo conociste a Birgit y Klemens, cuánto tiempo hace?
Mi nombre es Guffi, así es como me llamaron. Una mezcla de «G», porque soy una «Puch G» y la palabra «knuffig», que en jerga austríaco significa «bonito». Nos conocimos en Austria hace 6 años cuando los militares ya no me amaban. Fue entonces cuando Birgit y Klemens me dieron una segunda vida.


¿Eres la primera en sus vidas?
Soy la primera de mi clase. Antes los dos tenían un coche diminuto, un Fiat Panda con el
que hicieron su primer gran viaje a Oriente. Pero para el viaje a Sudamérica querían algo más
grande y robusto.
Tras nuestro primer encuentro, me desmontaron por completo. Todas las partes de mí estaban
desperdigadas por el taller, cada pieza fue reparada, limpiada y montada de nuevo. Cuando por
fin estuve completa de nuevo, me sentí muy orgullosa: Puede que haya pasado mucho tiempo sin
que me dé la luz del día, pero nunca me había visto tan bonita. Y cuando me hicieron una
auténtica caravana todoterreno con caja de fibra de vidrio y techo desplegable, supe que era
única. Este tiempo fue muy agotador para todos, pero nos unió y ahora me conocen al dedillo.
¿Dónde te han llevado y dónde quieren llevarte?
Durante 3 semanas he cruzado el mar desde Europa hasta Sudamérica. Antes no tuvimos tiempo
de probar el coche, así que estaba bastante nervioso cuando llegué a Uruguay. De todos modos
no sabía nada de español ni si todas las piezas estaban en el lugar correcto, sólo podía esperar…
Pero no los defraudé, los llevé hasta Ushuaia, la ciudad más austral del mundo y pasé casi un año
con ellos allí cuando no pudimos salir durante la pandemia. Todo el invierno les di calor y cuando
por fin nos permitieron volver a viajar, les mostré las hermosas Argentina y Bolivia. Ahora estamos en Chile, pero queremos ir más lejos, a Perú, Colombia y tal vez incluso a Norteamérica. Conducir la Panamericana hasta el final, eso sería un gran sueño para todos nosotros… y un gran desafío.
Queremos ver lo máximo posible de este mundo, de otros paisajes, culturas y por supuesto las
montañas, porque son nuestra segunda gran pasión además de viajar.
¿Planean o improvisan?
Los dos suelen tener un plan aproximado de por dónde ir pero no siempre se ciñen a él, en
general hay que ir hacia el norte hasta donde lleguemos, por el camino queremos
descubrir todo lo posible.

¿Qué motivaciones son vuestras compañeras de viaje?
Nos encanta explorar las montañas de otros países, hacer senderismo y descubrir lugares solitarios. Y, por supuesto, nos encanta comer: descubrir lo que ofrecen otros países es siempre emocionante.


¿Algún susto o avería?
Hasta ahora, nunca hemos tenido ningún susto. Ha habido algunas averías, pero hemos tenido suerte y siempre hemos podido arreglar todo nosotros mismos.
Guffi se despide compartiendo una lección aprendida en el camino.
Toda aventura merece la pena. No importa lo grande o pequeña que sea, simplemente ve a por ella.
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